miércoles, 4 de julio de 2012

LA GUERRA DEL PACÍFICO


La Guerra con Chile (1879-1883)

L Antecedentes:

Chile tenía fuertes inversiones en la región salitrera de Atacama (Bolivia) y mostraba intereses expansionistas en la zona. En 1873, Bolivia y Perú suscribieron un pacto de alianza defensivo. En 1878, el presidente boliviano Hilarión Daza amenazó con expropiar las salitreras si la anglo-chilena "Compañía de Salitres de Antofagasta· no pagaba el ·impuesto de los 10 centavos"·. Chile respondió invadiendo el litoral boliviano el 14 de febrero de 1879. Perú intentó mediar en el conflicto, pero Bolivia le declaró la guerra a Chile, y este país se la declaró al Perú por no declararse neutral.

El tratado firmado en 1874 reconocía el control de Bolivia sobre la zona situada al norte del paralelo 24 de latitud sur, y eximía a las empresas de nitratos chilenas ubicadas en ese territorio de pagar nuevos impuestos durante 25 años. Cuando el presidente boliviano Hilarión Daza exigió que se gravara con un nuevo impuesto a estas empresas en 1878, Chile respondió con la ruptura de relaciones diplomáticas con Bolivia y con la ocupación, el 14 de febrero de 1879, del puerto de Antofagasta, situado en la costa del Pacífico. Bolivia declaró la guerra a Chile el 1 de marzo, y Perú, en virtud de un pacto secreto con el gobierno boliviano, hizo pronto lo mismo.


Causas De La Guerra Con Chile


Como primer antecedente, aparece el problema limítrofe entre Chile y Bolivia. Chile dominaba hasta el paralelo 23 (al norte de Mejillones), mientras que Bolivia tenía como límite el paralelo 26. Pareciera que tres paralelos no son suficiente motivo para comenzar un conflicto armado; sin embargo, abarcaban miles de kilómetros. Más al norte, las tierras de Iquique y Arica pertenecían a Perú.
La riqueza salitrera que cubría el suelo de Antofagasta, hasta ese entonces perteneciente a Bolivia, era explotada por capitales extranjeros, principalmente chilenos. Esto provocó grandes diferencias entre ambas naciones, hasta que en el año 1866 se firmó un Tratado, donde se estableció que el límite entre Chile y Bolivia sería el paralelo 24, y que los productos obtenidos por la explotación minera y de guano entre los paralelos 23 y 25 serían repartidos en partes iguales entre ambos países.
Sin embargo, este tratado no duró mucho tiempo, y en 1874 se firmó un nuevo acuerdo, estableciendo la renuncia de Chile a los beneficios económicos obtenidos por la explotación salitrera. Por su parte, Bolivia se comprometió a no subir los impuestos, durante 25 años, a las compañías chilenas que ya estaban instaladas en la zona.

La causa inmediata

Durante los años siguientes, tanto Perú como Bolivia pasaron por importantes cambios políticos. En 1876 Mariano Ignacio Prado fue elegido como presidente del Perú, mientras que en Bolivia se apoderaba del poder el general Hilarión Dazaquien, en 1878, aprobó una ley que aumentaba en 10 centavos el impuesto a cada quintal de salitre que se exportara. Con esta decisión se estaba violando el acuerdo de 1874.
El gobierno chileno se negó a pagar el impuesto, a lo que Daza respondió con la orden de rematar las salitreras que estaban en manos chilenas, aun sabiendo que esto provocaría una guerra; sin embargo, sabía que contaba con el apoyo de Perú, país con el que había firmado un Tratado secreto en 1873.



 CAMPAÑA MARÍTIMA (ABRIL-OCTUBRE DE 1879)

- Combate de Chipana o Loa (12 de abril de 1879): La cañonera “Pilcomayo” y la corbeta “Unión” hacen huir a la cañonera chilena “Magallanes”


- Combate de Iquique (21 de mayo de 1879)

El puerto peruano de Iquique fue bloqueado por parte de la armada chilena. En el Combate naval de Iquique, el 21 de mayo de 1879, el monitor Huáscar, al mando del capitán de navío Miguel Grau Seminario, logró hundir a la corbeta chilena Esmeralda, al mando del capitán de fragata Arturo Prat Chacón, el que, al morir durante el combate, se convierte en el mayor héroe naval chileno. El mismo día, la fragata Independencia se enfrentó con la goleta 'Covadonga, cuyo comandante capitán de corbeta Carlos Condell de la Haza, prefirió evadir el combate bordeando la costa, perseguido por la Independencia que, en su afán de espolonear a la Covadonga, hizo que el blindado peruano encallara en Punta Gruesa. El resultado de ese día en Iquique y Punta Gruesa caló hondo en la opinión pública de ambos países. Los combates navales de Iquique y Punta Gruesa le dieron una victoria táctica al Perú: el bloqueo del puerto de Iquique fue levantado y las naves chilenas fueron hundidas o abandonaron el área. En el combate de Iquique, después de que el Huáscar hundiera la Esmeralda, Grau ayudó a los náufragos y envió un pésame a la esposa de Arturo Prat; mas tarde en Punta Gruesa, la escuadra peruana perdió a la fragata blindada de 3.500 toneladas al encallar en unos arrecifes cuando intentaba capturar una nave de madera de 630 toneladas, quienes continuaban en combate hasta la llegada del Huáscar. La pérdida de la fragata blindada Independencia, la mayor nave de la escuadra de la marina de guerra del Perú, representó un golpe irreparable para ésta.
Pese a su condición de inferioridad numérica, el comandante del Huáscar mantuvo en jaque a toda la escuadra chilena durante seis meses. Entre las acciones más destacadas de las llamadas correrías del Huáscar se cuentan: el primer combate naval de Antofagasta (26 de mayo de 1879) y el segundo combate naval de Antofagasta (28 de agosto de 1879). El punto culminante fue la captura del vapor Rímac, el 23 de julio de 1879. En esta acción, Grau no sólo capturó dicho buque, sino también el regimiento de caballería Carabineros de Yungay el cual se encontraba abordo. Este hecho causó una crisis en el gobierno chileno que provocó la renuncia del almirante Juan Williams Rebolledo. Tras la renuncia de Williams, el mando de la escuadra chilena fue entregado al comodoro Galvarino Riveros Cárdenas quien se abocó a dar caza al Huascar

-          Combate de Angamos (8 de octubre de 1879)

El combate decisivo de la campaña naval tuvo lugar en Punta Angamos, el 8 de octubre de 1879. En este combate, el monitor Huáscar, junto con la Unión, que logró escapar, fue finalmente capturado por la armada de Chile, a pesar del intento de hundirlo por parte de su tripulación. Durante el combate murió su comandante Miguel Grau Seminario, convirtiéndose a su vez en el héroe patrio del Perú. El combate naval de Angamos marcó el fin de la campaña naval de la Guerra del Pacífico.

El monitor “Huáscar” fue capturado por una escuadra chilena encabezada por los blindados “Cochrane” y “Blanco Encalada”. Murió Miguel Grau Seminario.

CAMPAÑA TERRESTRE


Las campañas Terrestres comprenden:

1.-Campañas del sur.
2.-Campañas de Lima.
3.-Campañas de la Sierra.

CAMPAÑAS DEL SUR.
Destruído nuestro poderío marítimo con la pérdida del glorioso monitor “Huáscar” y la inmolación del Almirante Grau, los chilenos procedieron a invadir el tan anhelado territorio del Perú.Debieron comenzar por Tarapacá donde hallábase concentrado el ejército aliado (peruano-boliviano).

BATALLA DE PISAGUA.

Efectivamente, un poderoso ejército de 10,000 hombres bien equipados, al mando del chileno Erasmo Escala bajo la protección de su escuadra, partió del puerto de Antofagasta. El día 2 de noviembre desembarcó en el puerto de Pisagua, cuya débil guarnición de 1000 hombres, bajo el mando del Coronel Isaac Recavarren, supo resistir el enemigo en una heroica lucha que , finalmente dio la victoria a los invasores. La artillería chilena bombardeó el puerto y provocó el incendio de los depósitos de salitre.


BATALLA DE SAN FRANCISCO.

El 19 de noviembre, en medio de la confusión y el desorden del ejército boliviano por las noticias recibidas sobre su jefe y presidente, tuvo lugar la batalla de San Francisco.
El ejército peruano-boliviano, comandado por el General Buendía , en su marcha hacia el norte, se encontró con el ejército chileno en los cerros de San Francisco. Sin orden para atacar, algunos jefes y tropas peruano-bolivianos iniciaron la batalla, escalando el cerro. Mientras tanto, las compañias de retaguardia, con sus descargas de fusiles, herían o mataban a sus propios compatriotas, sembrándose la confusión.
En esta acción destacó la actuación del coronel Ladislao Espinar .
Los chilenos pusieron en acción los poderosos y modernos cañones Krupp.

BATALLA DE TARAPACA.
Después del desastre de San Francisco el fatigado ejército peruano de 3000 hombres, que no contaba ni con artillería ni con caballería, movilizóse rumbo a Arica; y luego de penosa marcha por los desiertos acantonó entonces cerca de Tarapacá. En tanto que los chilenos ocuparon las alturas que dominan dicho pueblo.
Fue entonces cuando se libró la batalla de Tarapacá, el 27 de de noviembre de 1879, la misma que caracterizóse por lo encarnizado del encuentro, por la forma valerosa y arrojada cómo combatían los peruanos , quienes finalmente, consiguieron la victoria, después de cerca de nueve horas de sangrienta lucha. Entre las bajas chilenas se contaron: 576 muertos y 176 heridos, 100 prisioneros y 8 cañones capturados. Fatalmente dicho triunfo no pudo ser aprovechado por los peruanos, en razón de que carecían de caballería y ello impidióles perseguir y diezmar al enemigo.
En tales circunstancias el ejército peruano tuvo que abandonar Tarapacá y proseguir su marcha rumno a Arica. Los chilenos, de esta manera, quedaban dueños de Tarapacá, un rico departamento, objeto primordial de la guerra.
Entre los artífices de la victoria de Tarapacá figuran: el valeroso Coronel Don Andrés A. Cáceres, el Coronel Don Francisco Bolognesi y el Coronel Belisario Suárez.
Mientras tanto el Presidente Prado se trasladó del sur a la Capital y luego abandonó el Perú.
Se dirigió a Europa a activar se decía la compra de armamentos.

BATALLA DE ARICA.

Los chilenos avanzarón hacia Arica con 40,000 hombres, apoyados por el acorazado “Almirante Cochrane”.
Arica estaba a cargo de 17,000 hombres al mando del Coronel Francisco Bolognesi.
El día 5 de junio de 1880, el general Baquedano, supremo comandante del ejército chileno, envió al mayor Juan de la Cruz Salvo, como parlamentario, para solicitar a Bolognesi la rendición de la plaza y ofrecerle, una honrosa capitulación, contestando “TENGO DEBERES SAGRADOS Y LOS CUMPLIRE HASTA QUEMAR EL ULTIMO CARTUCHO”.
El 7 de junio de 1880, los chilenos asaltaron Arica, realizándose las más importantes acciones militares en el Morro. Allí murieron combatiendo con singular valor, el comandante de la plaza Coronel Bolognesi, así como Moore, Blondet Inclán y otros bravos compatriotas nuestros.
El intrépido Coronel Don Alfonso Ugarte, para impedir que la bandera de la patria cayése en manos del enemigo, se arrojó al mar desde la cima del Morro, encontrando la muerte envuelto en nuestro sagrado emblema.
Entre los sobrevivientes de esta acción memorable, destácase el caballeroso y heroico Coronel argentino Don Roque Sáenz Peña, quien llevado de su gran amaor al Perú, luchó en defensa de nuestra patria. El Sr. Sáenz Peña llegó a ser , años después , Presidente de Argentina.
             
           
LA CAMPAÑA DE LIMA

Ante la derrota en el sur, Nicolás de Piérola organizó milicias urbanas para enfrentar al enemigo estableciendo dos líneas defensivas. La primera fue derrotada en la Batalla de San Juan el 13 de enero, y precipitó la ocupación y destruccción de Chorrillos.Pese a la firma de un armisticio, el General chileno Baquedano atacó también la segunda línea el 15 de enero, en la Batalla de Miraflores. La victoria para Chile fue definitiva y se produjó la ocupación de Lima.

  BATALLA DE SAN JUAN Y CHORRILLOS.-

Estas batallas se desarrollaron consecutivamente en Villa, las pampas de San Juan y Santa Teresa, el cerro Marcavilca, Morro Solar y el pueblo de Chorrillos. Después de ocho horas de combates en diversos frentes el ejército chileno resultó victorioso. Luego de la batalla hubo incendios y saqueos en Chorrillos y Barranco, y al día siguiente se acordó una tregua y se efectuaron negociaciones, mientras ambos ejércitos hacían preparativos para un posible enfrentamiento, que se produjo en la batalla de Miraflores, después de la cual las tropas chilenas entraron a Lima.
           
BATALLA DE MIRAFLORES.

La batalla tomó por sorpresa a ambos bandos. La III División del Coronel Pedro Lagos era la unidad chilena más cercana a la línea de batalla, que disponía alrededor de 4.400 hombres. Al momento de iniciarse la batalla, la división de Lagos se encontraba separada del resto del ejército, ya que la I División de Patricio Lynch se encontraba en Barranco, la brigada de Gana en Chorrillos y la de Barbosa con la artillería de montaña de la I División y la caballería en San Juan.
La batalla se inicia en los reductos 1, 2 y 3; que forman parte del sector derecho defendido por el Coronel Cáceres con 3.800 soldados bajo su mando,quien lanzó los batallones Guarnición de Marina y Jauja contra la brigada dirigida por el Coronel Francisco Barceló. Mientras, el Coronel Martiniano Urriola desplegaba su unidad en desorden a la derecha de las tropas de Barceló, a causa del inicio imprevisto del combate.
En una segunda carga, Cáceres dispuso la participación de los batallones Concepción, Libertad y Paucarpata, y parte de las tropas de Belisario Suárez, obligando a Lagos a retroceder.18 Juzgando inminente la retirada de la III División, Velásquez ordenó retirar a la artillería a unos 1.500 metros para protegerlos.

Desarrollo de la batalla


Soldados chilenos heridos durante la batalla.
A las 15:00, la III División chilena recibe el refuerzo de los regimientos Valparaíso y Zapadores. Ante la difícil situación de los chilenos, el Comandante Lagos ordenó a la brigada de Barceló, compuesta por los regimientos Santiago, Caupolicán, Concepción y Valdivia, a cruzar el cauce seco del río Surco. El ataque se desarrolla con los batallones del Santiago atacando por los flancos, mientras que ocho compañías de las restantes unidades cargan de frente. Las tropas de Barceló lograron cruzar el río, y con el apoyo de la artillería situada en la retaguardia, comienzaron a diezmar a los defensores del Reducto n.º 1.
La posición fue tomada por las fuerzas chilenas cuando sus defensores quedaron sin refuerzos ni municiones. Así, Cáceres se replegó al Reducto n.º 2. Entretanto, la división de Lynch comenzó a llegar al frente a reforzar la brigada de Urriola. Entraron sucesivamente en combate los regimientos 2° de Línea, 4° de Línea, Atacama, Talca, Chacabuco y Coquimbo, sumando unos 4.500 soldados.
Entre las 16:00 y 17:00 Cáceres esperaba refuerzos en el ala derecha peruana. A las 17:15, Piérola disolvió el ejército enviándolos a sus hogares para que no se realizara batalla en plena ciudad capital. Entretanto, una bala atraviesa el cuello del Coronel Barceló, siendo reemplazado por el Teniente Coronel Demófilo Fuenzalida, Comandante del Regimiento Santiago como Jefe de la 2ª Brigada.
En un segundo avance, la brigada de Barceló apoyada con tropas del 3º de Línea rompió el flanco derecho de Cáceres flanqueando su posición. con dirección a Miraflores, tomando los reductos n.º 2 y n.º 3.
La resistencia en los reductos 1, 2 y 3 se debilitaba paulatinamente. Mientras en los reductos 4 y 5 continuaba con los enfrentamientos. En este lugar cayeron el Comandante Juan Martínez, Jefe de la 1ª Brigada de la I División; el Jefe de Estado Mayor del ejército peruano, General Pedro Silva; y es herido el Comandante del I Sector, Coronel Andrés Cáceres. Con la llegada de los regimientos "Buin" 1º de Línea y Chillán, las fuerzas peruanas abandonaron el Reducto n.º 5.
A las 18:30, Fuenzalida con el Santiago arribaron a la estación de Miraflores, deteniendo un tren artillado que se dirigía al lugar. Grupos de soldados chilenos llegaron hasta las baterías de La Merced, las que fueron dinamitadas por sus propios defensores. Más tarde cesan sus fuegos las baterías ubicadas en los cerros San Cristóbal y San Bartolomé.

FIN DE LA BATALLA

Producida la derrota en los reductos de Miraflores, cuando ya caía la noche al promediar las 19:00 horas, los peruanos se hicieron fuertes en las casas del pueblo combatiendo al paso de la tropa chilena. Era común observar, en las puertas de las casas, barricadas improvisadas con talegones como suele ser habitual. El lugar estaba minado, lo que causó más bajas en las tropas chilenas. Miraflores, al igual que Chorrillos, también fue incendiado y saqueado por la tropa chilena, así como fue bombardeado por la armada chilena para facilitar su ocupación y desalojar a los defensores parapetados en el pueblo. Los heridos fueron repasados y otros prisioneros fusilados. Los comandantes chilenos ordenaron prender fuego a los depósitos de alcohol para evitar mayores desmanes de la tropa, pero en el caos general, aquella orden no fue cumplida totalmente.

OCUPACION DE LIMA.-

Al anochecer del 17 de enero de 1881, Lima fue ocupada por las fuerzas chilenas de avanzada. Al día siguiente, Baquedano entró a la capital peruana con el grueso del ejército, en completo orden y disciplina. La ciudad fue ocupada metódicamente, estableciéndose las fuerzas en los cuarteles de Lima y Callao (Barbones, Real Felipe y otros), en edificios públicos y otros privados. El coronel Pedro Lagos eligió como cuartel de su batallón la Biblioteca de Lima.

CAMPAÑA DE LA SIERRA O DE LA BREÑA
La ocupación de Lima desplazó la lucha al interior. Ni el ejército peruano ni la población civil estaban dispuestas a rendirse y convirtieron a la sierra en el escenario donde se decidiría la suerte del país.
                         
                       
ESTRATEGIAS DE LA RESISTENCIA EN LA SIERRA
Los Andes centrales fueron una ventaja para los peruanos, que controlaron desde allí los accesos a la capital y la llegada de provisiones. El abrupto paisaje le ofreció múltiples escondites y permitió controlar el ascenso a los pueblos. La valiente participación de la población fue decisiva.
                         
                       
PRINCIPALES BATALLAS DE LA CAMPAÑA DE LA SIERRA
El General Andrés A. Cáceres organizó la resistencia con mucha pericia y escasos recursos. Durante más de dos años se enfrentó a los chilenos que enviaron varias expediciones a la sierra. Tras el enfrentamiento en Huamachuco (10 de julio de 1883) tuvo que abandonar la lucha por falta de pertrechos.
                         
                       
RESISTENCIA EN EL NORTE DEL PERÚ
Al mando del General Miguel Iglesias, el ejército de la sierra norte ganó la Batalla de San Pablo en junio de 1882. Sin embargo, el propio General se dispuso a firmar la Paz con Chile,convencido de la difícil situación del país. Esto originó un conflicto con Cáceres, que termino con el Tratado de Ancón en 1883 y la pérdida de Tarapacá a favor de los chilenos.





TRATADO DE ANCÓN.

ACUERDOS DEL TRATADO.

1.- La cesión definitiva a favor de Chile de la riquísima provincia de Tarapacá.
2.- Estipuló la permanencia del dominio chileno sobre los territorios de Tacna y Arica por un término de 10 años, a cuya expiración sería un plebiscito el que decidiría a que nación habría de incorporarse, comprometiéndose la parte favorecida por este plebiscito a pagar a la otra 10,000,000 de pesos.
El haber llegado a una paz bajo condiciones en demasía gravosas para el Perú, no fue vista con agrado por Cáceres, Montero y un sector considerable del peublo peruano; los mismos que propugnaban un cese de hostilidades pero sin amputaciones territoriales, digna y honrosa para el Perú. Sin embargo, entendíase de la mente de Iglesias, los fines prácticos de evitar un inútil derramamiento de sangre, unido a mayores vejaciones y humillaciones, sabiendo que las posibilidades de una victoria sobre el invasor eran exageradamente remotas.
Este tratado, aun cuando presentó gran oposición, fue consumado, siendo, entonces, ratificado en marzo de 1884 por una nueva Asamblea Constituyente.

TRATADO DE LIMA DE 1929.

El Tratado de Lima puso fin a esta prolongada y aguda situación. Pero fueron largos años de angustia y de injusticia que el perú debió sufrir, desde el fin de la guerra hasta la consecusión de este tratado, así:
1º De 1883 a 1893.- En estos años , Chile ofreció reiteradamente al Perú comprar dichos territorios, convencido que cualquier plebiscito le sería contrario. Luego ante la negativa peruana, iniciaría una política de abierto y declarado rechazo a la consulta popular.
2º De 1898.- Se firmó el protocolo Billinghurst-Latorre que haría posible el plebiscito. Sin embargo, no fue aprobado por el parlamento chileno, dejando nuevamente en suspenso el arreglo.
3º 1901.- Iniciada ya la chilenización de las provincias y ante el entrampamiento de las negociaciones que Chile provocara, el Perú rompió sus relaciones diplomáticas con este país.
4º De 1902 a 1919.- Se inicia en este largo período, una acelerada ofensiva diplomática chilena destinada a aislar al Perú de la solidaridad continental, al mismo tiempo que acentuábase depiadadamente el proceso de chilenización. Finalizada la Primera Guerra Mundial, se llegó a pensar una posible intervención de la entonces, Liga de Naciones, para solucionar el diferendo, cosa que nunca sucedió.
5º De 1922 a 1926.- Reiniciando los contactos diplomáticos, se firmó en 1922 un protocolo que sometía la controversia al fallo del presidente norteamericano Coolidge, quien debía decidir si era posible el plebiscito en las circunstancias de violencia e intimidación en que vivían los residentes peruanos. La resolución fue favorable a su realización. Sin embargo , meses más tarde, éste se frustaría ante el convencimiento norteamericano de la inexistencia de condiciones mínimas para una consulta popular justa.
Este sería el último intento para realizar el plebiscito, el cual nunca llegó a concretarse.
6º 1926.- A fines de este año, Estado Unidos propondría una nueva solución que conllevaba la cesión de dichos territorios a Bolivia (Propuesta Kellog), salida que por su irracionalidad provocaría el más enérgico rechazo peruano.

TRATADO DE LIMA DE 1929.-

Suscrito el 3 de junio de ese año , durante la presidencia de Augusto B. Leguía, estipuló, fundamentalmente, la partición de los territorios en disputa. De esta manera, Tacna retornaba al seno patrio y Arica permanecería definitivamente en poder de Chile. Asimismo, por un protocolo adicional, se acordó que toda cesión de dichos territorios a un tercer país, debía hacerse previo acuerdo entre ambas naciones.


CONSECUENCIAS DE LA GUERRA CON CHILE.

La Guerra con Chile fue para el Perú una verdadera catástrofe, una auténtica tragedia nacional. Los daños que ella ocasionó fueron inmensos e incalculables; no sólo perdimos ricos y extensos territorios, sino valiosas e irreparables vidas humanas. Todo lo que el enemigo dejó a su paso fue destrucción, muerte e inenarrables sufrimientos.

Las principales consecuencias de esta guerra fueron las siguientes:

1. La cesión a Chile, en forma definitiva y como indemnización de guerra, del departamento de Tarapacá,          con sus valiosas riquezas (por Tratado de Ancón de 1883).
2.  La cesión igualmente a Chile, en forma definitiva de la provincia de Arica (por el Tratado de Lima de 1929).
3. Que por concepto de la venta del guano, cobro de derechos de aduana, imposición de cupos y contribuciones de guerra, así como por la apropiación de obras de arte, de ciencia y de historia, los chilenos se llevaron un fabuloso botín de guerra equivalente a miles de millones de nuevos soles.
4. La pérdida total de la riqueza del salitre.
5. La destrucción de la agricultura y la industria, así como la paralización del comercio, que requirió de varios años para rehabilitarse.
6.  La crisis económica fiscal; la caída de la moneda y la ruina de nuestro crédito exterior.
7.  La firma de un humillante tratado de paz, el Tratado de Ancón, que ponía fin a tan desastrosa guerra.
8.  Que surgió un nuevo país fronterizo con el Perú: Chile.
9.  desorganización de la clase alta peruana y de grupos dirigentes. Vacío en el poder e inestabilidad política que permite el desarrollo del 2do militarismo.
10. Según los historiadores Jorge basadre y Margarita Guerra, la guerra llegó a imprimir en el ánimo de la población un marcado pesimismo. Este junto a la bancarrota fiscal, fue el principal obstáculo que tuvo que sortear el país para iniciar el proceso de reconstrucción. Había pues que recomponer no sólo la economía sino también la mentalidad peruana.

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