L Antecedentes:
Chile tenía fuertes inversiones en la región salitrera de
Atacama (Bolivia) y mostraba intereses expansionistas en la zona. En 1873,
Bolivia y Perú suscribieron un pacto de alianza defensivo. En 1878, el
presidente boliviano Hilarión Daza amenazó con expropiar las salitreras si la
anglo-chilena "Compañía de Salitres de Antofagasta· no pagaba el ·impuesto
de los 10 centavos"·. Chile respondió invadiendo el litoral boliviano el
14 de febrero de 1879. Perú intentó mediar en el conflicto, pero Bolivia le
declaró la guerra a Chile, y este país se la declaró al Perú por no declararse
neutral.
El tratado firmado en 1874 reconocía el control de Bolivia
sobre la zona situada al norte del paralelo 24 de latitud sur, y eximía a las
empresas de nitratos chilenas ubicadas en ese territorio de pagar nuevos
impuestos durante 25 años. Cuando el presidente boliviano Hilarión Daza exigió
que se gravara con un nuevo impuesto a estas empresas en 1878, Chile respondió
con la ruptura de relaciones diplomáticas con Bolivia y con la ocupación, el 14
de febrero de 1879, del puerto de Antofagasta, situado en la costa del
Pacífico. Bolivia declaró la guerra a Chile el 1 de marzo, y Perú, en virtud de
un pacto secreto con el gobierno boliviano, hizo pronto lo mismo.
Causas De La
Guerra Con Chile
Como primer antecedente, aparece el problema limítrofe entre
Chile y Bolivia. Chile dominaba hasta el paralelo 23 (al norte de Mejillones),
mientras que Bolivia tenía como límite el paralelo 26. Pareciera que tres
paralelos no son suficiente motivo para comenzar un conflicto armado; sin
embargo, abarcaban miles de kilómetros. Más al norte, las tierras de Iquique y
Arica pertenecían a Perú.
La riqueza salitrera que cubría el suelo de Antofagasta,
hasta ese entonces perteneciente a Bolivia, era explotada por capitales
extranjeros, principalmente chilenos. Esto provocó grandes diferencias entre
ambas naciones, hasta que en el año 1866 se firmó un Tratado, donde se
estableció que el límite entre Chile y Bolivia sería el paralelo 24, y que los
productos obtenidos por la explotación minera y de guano entre los paralelos 23
y 25 serían repartidos en partes iguales entre ambos países.
Sin embargo, este tratado no duró mucho tiempo, y en 1874 se
firmó un nuevo acuerdo, estableciendo la renuncia de Chile a los beneficios
económicos obtenidos por la explotación salitrera. Por su parte, Bolivia se
comprometió a no subir los impuestos, durante 25 años, a las compañías chilenas
que ya estaban instaladas en la zona.
La causa inmediata
Durante los años siguientes, tanto Perú como Bolivia pasaron
por importantes cambios políticos. En 1876 Mariano Ignacio Prado fue elegido
como presidente del Perú, mientras que en Bolivia se apoderaba del poder el
general Hilarión Dazaquien, en 1878, aprobó una ley que aumentaba en 10
centavos el impuesto a cada quintal de salitre que se exportara. Con esta
decisión se estaba violando el acuerdo de 1874.
El gobierno chileno se negó a pagar el impuesto, a lo que
Daza respondió con la orden de rematar las salitreras que estaban en manos
chilenas, aun sabiendo que esto provocaría una guerra; sin embargo, sabía que
contaba con el apoyo de Perú, país con el que había firmado un Tratado secreto
en 1873.
CAMPAÑA MARÍTIMA
(ABRIL-OCTUBRE DE 1879)
- Combate de Chipana o Loa (12 de abril de 1879): La
cañonera “Pilcomayo” y la corbeta “Unión” hacen huir a la cañonera chilena
“Magallanes”
- Combate de Iquique (21 de mayo de 1879)
El puerto peruano de Iquique fue bloqueado por parte de la
armada chilena. En el Combate naval de Iquique, el 21 de mayo de 1879, el
monitor Huáscar, al mando del capitán de navío Miguel Grau Seminario, logró
hundir a la corbeta chilena Esmeralda, al mando del capitán de fragata Arturo
Prat Chacón, el que, al morir durante el combate, se convierte en el mayor
héroe naval chileno. El mismo día, la fragata Independencia se enfrentó con la
goleta 'Covadonga, cuyo comandante capitán de corbeta Carlos Condell de la Haza , prefirió evadir el
combate bordeando la costa, perseguido por la Independencia que,
en su afán de espolonear a la
Covadonga , hizo que el blindado peruano encallara en Punta
Gruesa. El resultado de ese día en Iquique y Punta Gruesa caló hondo en la
opinión pública de ambos países. Los combates navales de Iquique y Punta Gruesa
le dieron una victoria táctica al Perú: el bloqueo del puerto de Iquique fue
levantado y las naves chilenas fueron hundidas o abandonaron el área. En el
combate de Iquique, después de que el Huáscar hundiera la Esmeralda , Grau ayudó a
los náufragos y envió un pésame a la esposa de Arturo Prat; mas tarde en Punta
Gruesa, la escuadra peruana perdió a la fragata blindada de 3.500 toneladas al
encallar en unos arrecifes cuando intentaba capturar una nave de madera de 630
toneladas, quienes continuaban en combate hasta la llegada del Huáscar. La
pérdida de la fragata blindada Independencia, la mayor nave de la escuadra de
la marina de guerra del Perú, representó un golpe irreparable para ésta.
Pese a su condición de inferioridad numérica, el comandante
del Huáscar mantuvo en jaque a toda la escuadra chilena durante seis meses.
Entre las acciones más destacadas de las llamadas correrías del Huáscar se
cuentan: el primer combate naval de Antofagasta (26 de mayo de 1879) y el
segundo combate naval de Antofagasta (28 de agosto de 1879). El punto
culminante fue la captura del vapor Rímac, el 23 de julio de 1879. En esta
acción, Grau no sólo capturó dicho buque, sino también el regimiento de
caballería Carabineros de Yungay el cual se encontraba abordo. Este hecho causó
una crisis en el gobierno chileno que provocó la renuncia del almirante Juan
Williams Rebolledo. Tras la renuncia de Williams, el mando de la escuadra
chilena fue entregado al comodoro Galvarino Riveros Cárdenas quien se abocó a
dar caza al Huascar
-
Combate
de Angamos (8 de octubre de 1879)
El combate decisivo de la campaña naval tuvo lugar en Punta
Angamos, el 8 de octubre de 1879. En este combate, el monitor Huáscar, junto
con la Unión ,
que logró escapar, fue finalmente capturado por la armada de Chile, a pesar del
intento de hundirlo por parte de su tripulación. Durante el combate murió su
comandante Miguel Grau Seminario, convirtiéndose a su vez en el héroe patrio
del Perú. El combate naval de Angamos marcó el fin de la campaña naval de la Guerra del Pacífico.
El monitor “Huáscar” fue capturado por una escuadra chilena
encabezada por los blindados “Cochrane” y “Blanco Encalada”. Murió Miguel Grau
Seminario.
CAMPAÑA TERRESTRE
Las campañas Terrestres comprenden:
1.-Campañas del sur.
2.-Campañas de Lima.
3.-Campañas de la
Sierra.
CAMPAÑAS DEL SUR.
Destruído nuestro poderío marítimo con la pérdida del
glorioso monitor “Huáscar” y la inmolación del Almirante Grau, los chilenos
procedieron a invadir el tan anhelado territorio del Perú.Debieron comenzar por
Tarapacá donde hallábase concentrado el ejército aliado (peruano-boliviano).
BATALLA DE PISAGUA.
Efectivamente, un poderoso ejército de 10,000 hombres bien
equipados, al mando del chileno Erasmo Escala bajo la protección de su
escuadra, partió del puerto de Antofagasta. El día 2 de noviembre desembarcó en
el puerto de Pisagua, cuya débil guarnición de 1000 hombres, bajo el mando del
Coronel Isaac Recavarren, supo resistir el enemigo en una heroica lucha que ,
finalmente dio la victoria a los invasores. La artillería chilena bombardeó el
puerto y provocó el incendio de los depósitos de salitre.
BATALLA DE SAN FRANCISCO.
El 19 de noviembre, en medio de la confusión y el desorden
del ejército boliviano por las noticias recibidas sobre su jefe y presidente,
tuvo lugar la batalla de San Francisco.
El ejército peruano-boliviano, comandado por el General
Buendía , en su marcha hacia el norte, se encontró con el ejército chileno en
los cerros de San Francisco. Sin orden para atacar, algunos jefes y tropas
peruano-bolivianos iniciaron la batalla, escalando el cerro. Mientras tanto,
las compañias de retaguardia, con sus descargas de fusiles, herían o mataban a
sus propios compatriotas, sembrándose la confusión.
En esta acción destacó la actuación del coronel Ladislao
Espinar .
Los chilenos pusieron en acción los poderosos y modernos
cañones Krupp.
BATALLA DE TARAPACA.
Después del desastre de San Francisco el fatigado ejército
peruano de 3000 hombres, que no contaba ni con artillería ni con caballería,
movilizóse rumbo a Arica; y luego de penosa marcha por los desiertos acantonó
entonces cerca de Tarapacá. En tanto que los chilenos ocuparon las alturas que
dominan dicho pueblo.
Fue entonces cuando se libró la batalla de Tarapacá, el 27
de de noviembre de 1879, la misma que caracterizóse por lo encarnizado del
encuentro, por la forma valerosa y arrojada cómo combatían los peruanos ,
quienes finalmente, consiguieron la victoria, después de cerca de nueve horas
de sangrienta lucha. Entre las bajas chilenas se contaron: 576 muertos y 176
heridos, 100 prisioneros y 8 cañones capturados. Fatalmente dicho triunfo no
pudo ser aprovechado por los peruanos, en razón de que carecían de caballería y
ello impidióles perseguir y diezmar al enemigo.
En tales circunstancias el ejército peruano tuvo que
abandonar Tarapacá y proseguir su marcha rumno a Arica. Los chilenos, de esta
manera, quedaban dueños de Tarapacá, un rico departamento, objeto primordial de
la guerra.
Entre los artífices de la victoria de Tarapacá figuran: el
valeroso Coronel Don Andrés A. Cáceres, el Coronel Don Francisco Bolognesi y el
Coronel Belisario Suárez.
Mientras tanto el Presidente Prado se trasladó del sur a la Capital y luego abandonó
el Perú.
Se dirigió a Europa a activar se decía la compra de
armamentos.
BATALLA DE ARICA.
Los chilenos avanzarón hacia Arica con 40,000 hombres,
apoyados por el acorazado “Almirante Cochrane”.
Arica estaba a cargo de 17,000 hombres al mando del Coronel
Francisco Bolognesi.
El día 5 de junio de 1880, el general Baquedano, supremo
comandante del ejército chileno, envió al mayor Juan de la Cruz Salvo , como
parlamentario, para solicitar a Bolognesi la rendición de la plaza y ofrecerle,
una honrosa capitulación, contestando “TENGO DEBERES SAGRADOS Y LOS CUMPLIRE
HASTA QUEMAR EL ULTIMO CARTUCHO”.
El 7 de junio de 1880, los chilenos asaltaron Arica,
realizándose las más importantes acciones militares en el Morro. Allí murieron
combatiendo con singular valor, el comandante de la plaza Coronel Bolognesi,
así como Moore, Blondet Inclán y otros bravos compatriotas nuestros.
El intrépido Coronel Don Alfonso Ugarte, para impedir que la
bandera de la patria cayése en manos del enemigo, se arrojó al mar desde la
cima del Morro, encontrando la muerte envuelto en nuestro sagrado emblema.
Entre los sobrevivientes de esta acción memorable, destácase
el caballeroso y heroico Coronel argentino Don Roque Sáenz Peña, quien llevado
de su gran amaor al Perú, luchó en defensa de nuestra patria. El Sr. Sáenz Peña
llegó a ser , años después , Presidente de Argentina.
Ante la derrota en el sur, Nicolás de Piérola organizó
milicias urbanas para enfrentar al enemigo estableciendo dos líneas defensivas.
La primera fue derrotada en la
Batalla de San Juan el 13 de enero, y precipitó la ocupación
y destruccción de Chorrillos.Pese a la firma de un armisticio, el General
chileno Baquedano atacó también la segunda línea el 15 de enero, en la Batalla de Miraflores. La
victoria para Chile fue definitiva y se produjó la ocupación de Lima.
BATALLA DE SAN JUAN Y CHORRILLOS.-
Estas batallas se desarrollaron consecutivamente en Villa,
las pampas de San Juan y Santa Teresa, el cerro Marcavilca, Morro Solar y el
pueblo de Chorrillos. Después de ocho horas de combates en diversos frentes el
ejército chileno resultó victorioso. Luego de la batalla hubo incendios y
saqueos en Chorrillos y Barranco, y al día siguiente se acordó una tregua y se
efectuaron negociaciones, mientras ambos ejércitos hacían preparativos para un
posible enfrentamiento, que se produjo en la batalla de Miraflores, después de
la cual las tropas chilenas entraron a Lima.
BATALLA DE MIRAFLORES.
La batalla tomó por sorpresa a ambos bandos. La III División del
Coronel Pedro Lagos era la unidad chilena más cercana a la línea de batalla,
que disponía alrededor de 4.400 hombres. Al momento de iniciarse la batalla, la
división de Lagos se encontraba separada del resto del ejército, ya que la I División de Patricio
Lynch se encontraba en Barranco, la brigada de Gana en Chorrillos y la de
Barbosa con la artillería de montaña de la I División y la
caballería en San Juan.
La batalla se inicia en los reductos 1, 2 y 3; que forman
parte del sector derecho defendido por el Coronel Cáceres con 3.800 soldados bajo
su mando,quien lanzó los batallones Guarnición de Marina y Jauja contra la
brigada dirigida por el Coronel Francisco Barceló. Mientras, el Coronel
Martiniano Urriola desplegaba su unidad en desorden a la derecha de las tropas
de Barceló, a causa del inicio imprevisto del combate.
En una segunda carga, Cáceres dispuso la participación de
los batallones Concepción, Libertad y Paucarpata, y parte de las tropas de
Belisario Suárez, obligando a Lagos a retroceder.18 Juzgando inminente la
retirada de la III
División , Velásquez ordenó retirar a la artillería a unos
1.500 metros para protegerlos.
Desarrollo de la batalla
Soldados chilenos heridos durante la batalla.
A las 15:00, la III División chilena recibe el refuerzo de los
regimientos Valparaíso y Zapadores. Ante la difícil situación de los chilenos,
el Comandante Lagos ordenó a la brigada de Barceló, compuesta por los regimientos
Santiago, Caupolicán, Concepción y Valdivia, a cruzar el cauce seco del río
Surco. El ataque se desarrolla con los batallones del Santiago atacando por los
flancos, mientras que ocho compañías de las restantes unidades cargan de
frente. Las tropas de Barceló lograron cruzar el río, y con el apoyo de la
artillería situada en la retaguardia, comienzaron a diezmar a los defensores
del Reducto n.º 1.
La posición fue tomada por las fuerzas chilenas cuando sus
defensores quedaron sin refuerzos ni municiones. Así, Cáceres se replegó al
Reducto n.º 2. Entretanto, la división de Lynch comenzó a llegar al frente a
reforzar la brigada de Urriola. Entraron sucesivamente en combate los
regimientos 2° de Línea, 4° de Línea, Atacama, Talca, Chacabuco y Coquimbo, sumando
unos 4.500 soldados.
Entre las 16:00 y 17:00 Cáceres esperaba refuerzos en el ala
derecha peruana. A las 17:15, Piérola disolvió el ejército enviándolos a sus
hogares para que no se realizara batalla en plena ciudad capital. Entretanto,
una bala atraviesa el cuello del Coronel Barceló, siendo reemplazado por el
Teniente Coronel Demófilo Fuenzalida, Comandante del Regimiento Santiago como
Jefe de la 2ª Brigada.
En un segundo avance, la brigada de Barceló apoyada con
tropas del 3º de Línea rompió el flanco derecho de Cáceres flanqueando su
posición. con dirección a Miraflores, tomando los reductos n.º 2 y n.º 3.
La resistencia en los reductos 1, 2 y 3 se debilitaba
paulatinamente. Mientras en los reductos 4 y 5 continuaba con los
enfrentamientos. En este lugar cayeron el Comandante Juan Martínez, Jefe de la
1ª Brigada de la I División ;
el Jefe de Estado Mayor del ejército peruano, General Pedro Silva; y es herido
el Comandante del I Sector, Coronel Andrés Cáceres. Con la llegada de los
regimientos "Buin" 1º de Línea y Chillán, las fuerzas peruanas
abandonaron el Reducto n.º 5.
A las 18:30, Fuenzalida con el Santiago arribaron a la
estación de Miraflores, deteniendo un tren artillado que se dirigía al lugar.
Grupos de soldados chilenos llegaron hasta las baterías de La Merced , las que fueron
dinamitadas por sus propios defensores. Más tarde cesan sus fuegos las baterías
ubicadas en los cerros San Cristóbal y San Bartolomé.
FIN DE LA BATALLA
Producida la derrota en los
reductos de Miraflores, cuando ya caía la
noche al promediar las 19:00 horas, los peruanos se hicieron fuertes en las
casas del pueblo combatiendo al paso de la tropa chilena. Era común observar,
en las puertas de las casas, barricadas improvisadas con talegones como suele
ser habitual. El lugar estaba minado, lo que causó más bajas en las tropas
chilenas. Miraflores, al igual que Chorrillos, también fue incendiado y
saqueado por la tropa chilena, así como fue bombardeado por la armada chilena
para facilitar su ocupación y desalojar a los defensores parapetados en el
pueblo. Los heridos fueron repasados y otros prisioneros fusilados. Los
comandantes chilenos ordenaron prender fuego a los depósitos de alcohol para
evitar mayores desmanes de la tropa, pero en el caos general, aquella orden no
fue cumplida totalmente.
OCUPACION DE LIMA.-
Al anochecer del 17 de enero de
1881, Lima fue ocupada por las fuerzas chilenas de avanzada. Al día siguiente,
Baquedano entró a la capital peruana con el grueso del ejército, en completo
orden y disciplina. La ciudad fue ocupada metódicamente, estableciéndose las
fuerzas en los cuarteles de Lima y Callao (Barbones, Real Felipe y otros), en
edificios públicos y otros privados. El coronel Pedro Lagos eligió como cuartel
de su batallón la
Biblioteca de Lima.
CAMPAÑA DE LA
SIERRA O DE LA
BREÑA
La ocupación de Lima desplazó la lucha al interior. Ni el
ejército peruano ni la población civil estaban dispuestas a rendirse y
convirtieron a la sierra en el escenario donde se decidiría la suerte del país.
ESTRATEGIAS DE LA RESISTENCIA EN LA SIERRA
Los Andes centrales fueron una ventaja para los peruanos,
que controlaron desde allí los accesos a la capital y la llegada de
provisiones. El abrupto paisaje le ofreció múltiples escondites y permitió
controlar el ascenso a los pueblos. La valiente participación de la población
fue decisiva.
PRINCIPALES BATALLAS DE LA CAMPAÑA DE LA SIERRA
El General Andrés A. Cáceres organizó la resistencia con
mucha pericia y escasos recursos. Durante más de dos años se enfrentó a los
chilenos que enviaron varias expediciones a la sierra. Tras el enfrentamiento
en Huamachuco (10 de julio de 1883) tuvo que abandonar la lucha por falta de
pertrechos.
RESISTENCIA EN EL NORTE DEL PERÚ
Al mando del General Miguel Iglesias, el ejército de la
sierra norte ganó la Batalla
de San Pablo en junio de 1882. Sin embargo, el propio General se dispuso a
firmar la Paz con
Chile,convencido de la difícil situación del país. Esto originó un conflicto
con Cáceres, que termino con el Tratado de Ancón en 1883 y la pérdida de
Tarapacá a favor de los chilenos.
TRATADO DE ANCÓN.
ACUERDOS DEL TRATADO.
1.- La cesión definitiva a favor de Chile de la riquísima
provincia de Tarapacá.
2.- Estipuló la permanencia del dominio chileno sobre los
territorios de Tacna y Arica por un término de 10 años, a cuya expiración sería
un plebiscito el que decidiría a que nación habría de incorporarse,
comprometiéndose la parte favorecida por este plebiscito a pagar a la otra
10,000,000 de pesos.
El haber llegado a una paz bajo condiciones en demasía
gravosas para el Perú, no fue vista con agrado por Cáceres, Montero y un sector
considerable del peublo peruano; los mismos que propugnaban un cese de
hostilidades pero sin amputaciones territoriales, digna y honrosa para el Perú.
Sin embargo, entendíase de la mente de Iglesias, los fines prácticos de evitar
un inútil derramamiento de sangre, unido a mayores vejaciones y humillaciones,
sabiendo que las posibilidades de una victoria sobre el invasor eran
exageradamente remotas.
Este tratado, aun cuando presentó gran oposición, fue
consumado, siendo, entonces, ratificado en marzo de 1884 por una nueva Asamblea
Constituyente.
TRATADO DE LIMA DE 1929.
El Tratado de Lima puso fin a esta prolongada y aguda
situación. Pero fueron largos años de angustia y de injusticia que el perú
debió sufrir, desde el fin de la guerra hasta la consecusión de este tratado,
así:
1º De 1883 a 1893.- En estos años , Chile ofreció
reiteradamente al Perú comprar dichos territorios, convencido que cualquier
plebiscito le sería contrario. Luego ante la negativa peruana, iniciaría una
política de abierto y declarado rechazo a la consulta popular.
2º De 1898.- Se firmó el protocolo Billinghurst-Latorre que
haría posible el plebiscito. Sin embargo, no fue aprobado por el parlamento
chileno, dejando nuevamente en suspenso el arreglo.
3º 1901.- Iniciada ya la chilenización de las provincias y
ante el entrampamiento de las negociaciones que Chile provocara, el Perú rompió
sus relaciones diplomáticas con este país.
4º De 1902 a 1919.- Se inicia en este largo período, una
acelerada ofensiva diplomática chilena destinada a aislar al Perú de la
solidaridad continental, al mismo tiempo que acentuábase depiadadamente el
proceso de chilenización. Finalizada la Primera Guerra
Mundial, se llegó a pensar una posible intervención de la entonces, Liga de
Naciones, para solucionar el diferendo, cosa que nunca sucedió.
5º De 1922 a 1926.- Reiniciando los contactos diplomáticos,
se firmó en 1922 un protocolo que sometía la controversia al fallo del
presidente norteamericano Coolidge, quien debía decidir si era posible el
plebiscito en las circunstancias de violencia e intimidación en que vivían los residentes
peruanos. La resolución fue favorable a su realización. Sin embargo , meses más
tarde, éste se frustaría ante el convencimiento norteamericano de la
inexistencia de condiciones mínimas para una consulta popular justa.
Este sería el último intento para realizar el plebiscito, el
cual nunca llegó a concretarse.
6º 1926.- A fines de este año, Estado Unidos propondría una
nueva solución que conllevaba la cesión de dichos territorios a Bolivia
(Propuesta Kellog), salida que por su irracionalidad provocaría el más enérgico
rechazo peruano.
TRATADO DE LIMA DE 1929.-
Suscrito el 3 de junio de ese año , durante la presidencia
de Augusto B. Leguía, estipuló, fundamentalmente, la partición de los
territorios en disputa. De esta manera, Tacna retornaba al seno patrio y Arica
permanecería definitivamente en poder de Chile. Asimismo, por un protocolo
adicional, se acordó que toda cesión de dichos territorios a un tercer país,
debía hacerse previo acuerdo entre ambas naciones.
CONSECUENCIAS DE LA GUERRA CON CHILE.
Las principales consecuencias de esta guerra fueron las
siguientes:
1. La cesión a
Chile, en forma definitiva y como indemnización de guerra, del departamento de Tarapacá, con sus valiosas riquezas (por Tratado de Ancón de 1883).
2. La cesión
igualmente a Chile, en forma definitiva de la provincia de Arica (por el
Tratado de Lima de 1929).
3. Que por
concepto de la venta del guano, cobro de derechos de aduana, imposición de
cupos y contribuciones de guerra, así como por la apropiación de obras de arte,
de ciencia y de historia, los chilenos se llevaron un fabuloso botín de guerra
equivalente a miles de millones de nuevos soles.
4. La pérdida
total de la riqueza del salitre.
5. La
destrucción de la agricultura y la industria, así como la paralización del
comercio, que requirió de varios años para rehabilitarse.
6. La crisis
económica fiscal; la caída de la moneda y la ruina de nuestro crédito exterior.
7. La firma de
un humillante tratado de paz, el Tratado de Ancón, que ponía fin a tan
desastrosa guerra.
8. Que surgió
un nuevo país fronterizo con el Perú: Chile.
9. desorganización
de la clase alta peruana y de grupos dirigentes. Vacío en el poder e
inestabilidad política que permite el desarrollo del 2do militarismo.
10. Según los
historiadores Jorge basadre y Margarita Guerra, la guerra llegó a imprimir en
el ánimo de la población un marcado pesimismo. Este junto a la bancarrota
fiscal, fue el principal obstáculo que tuvo que sortear el país para iniciar el
proceso de reconstrucción. Había pues que recomponer no sólo la economía sino
también la mentalidad peruana.
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